El clima es el conjunto de condiciones generadas por fenómenos de la hidrósfera, la biósfera, la litósfera, la criósfera y la atmósfera; esta última, la capa de aire que se encuentra sobre la superficie de la Tierra. El clima de cualquier ubicación está influido por su latitud, terreno y altitud. Obviamente, el calor del Sol y las corrientes de aire influyen en el clima, pero también lo hacen la altitud, las formas y los relieves de las montañas: en la cima de éstas el aire es menos denso y la presión atmosférica es menor que en los valles. De acuerdo con la ecuación de los gases ideales, la temperatura está directamente relacionada con la presión, el volumen y la cantidad de materia, esto es, con la presión y la densidad. Si atendemos la ecuación hidrostática que dice que la presión disminuye con la altura debido a que la gravedad terrestre es menor, puede deducirse que ello conlleva una disminución de la temperatura. Por ello, al margen del efecto de los vientos, la cima de una montaña suele ser fría.