En el año 2010, el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (Concyteq), en conjunto con la Secretaría de Educación de ese estado, implantó en varias escuelas primarias un sistema de enseñanza vivencial e indagatoria de la ciencia, similar a los que se tienen en otros estados de la República y en varios países. A seis años de esa iniciativa, el Concyteq encargó a Fibonacci la realización de un estudio del impacto educativo de ese sistema, en los participantes en ese programa: escolares, docentes y padres de familia.